miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuando una cosa es igual a ella misma.

    El hurón atrae al conejo, entonces el conejo atrae a la ciencia; la ciencia atrae a la mezcolanza, la discusión, la síntesis y el análisis. Éstos a las borracheras. Las borracheras a la inteligencia y la inteligencia al narcisismo. El narcisismo atrae los vacíos de: sed de poderes, sed de juventud y sed de placeres. Los vacíos humanos atraen las ambiciones, los sueños. Las ambiciones y los sueños atraen las guerras y las guerras a las transformaciones y las transformaciones a lo utópico e inalcanzable. Lo útopico o inalcanzable atrae a la piedad y el horror, y el horror y la piedad, la catarsis, la huida. La catarsis o la huida a la madriguera o la soledad. La madriguera y la soledad atraen al misticismo, la superstición, el amor a lo desconocido y la creación. Y éstas cuatro supercategorias e hipercategorias inclinan al culto a su voluntad. El culto entonces atrae a Dios o al Diablo, pues éstos se atraen mutuamente.